En el Estudio de Souto de Moura
Cuando uno entra al edificio donde se encuentran los estudios de Siza, de Souto de Moura y del hijo de Tavora, lo primero que le llama la atención es la escasa iluminación de la entrada y de las escaleras, que carecen de aberturas al exterior. Tal es la austeridad del lugar, que las puertas blancas de los estudios no tienen distintivos, y yo tuve que preguntar a un hombre en qué planta se encontraba el estudio de Souto. El estudio ocupa la mitad de la primera planta, aunque también hay otra zona de trabajo en el nivel 0. Al entrar uno se encuentra con la mesa de cristal de la secretaria. Me presenté y dije que tenía una cita con Jo. Al momento apareció ella que me saludó sonriente y me dio dos besos. Lo primero que me dijo es que es imposible que me admitan en el estudio de Soto de Moura. Las plazas para los 7 o 8 becarios que suele haber en el estudio ya están cubiertas y es muy difícil acceder a ellas a no ser que se tenga “enchufe”. Eduardo tiene muchos compromisos y los jóvenes que entran en el estudio son parientes o hijos de amigos que se quedan 4-5 meses trabajando, lo justo para que aparezca en el currículo. Aclarado este punto, Jo me enseñó el estudio y estuvimos charlando un poco sobre cómo trabajan en el. En el estudio hay muchas maquetas, en la planta baja hay una sala llena de maquetas y en la casa de la madre de Eduardo hay dos habitaciones en las que también se guardan maquetas. Como algunos ya sabréis, a Soto le gusta trabajar con maquetas. Se hacen maquetas de todas las escalas: desde maquetas de entorno, hasta maquetas de detalles constructivos, incluso en el estudio había prototipos escala 1:1 de los muebles para los equipos de aire acondicionado. Casi todas las maquetas son de cartón-pluma y no se pegan con cola hasta el final de manera que se puedan ir modificando. Aunque la ejecución de las mismas es muy buena ya que muchas de esas maquetas sirven para explicar el proyecto al cliente. Las maquetas virtuales solo las usan para las presentaciones finales de los proyectos. Estos renders suelen subcontratarlos a otros gabinetes, pero siempre el toque final se lo dan en el estudio porque Eduardo es muy “tiquis” y casi nunca le gustan los colores o las texturas elegidas.Aunque en los últimos años ha habido un cambio de escala en los proyectos de Soto (Estadio de Braga), Eduardo alcanzó gran prestigio con el diseño de casas particulares. Los clientes que solicitan este tipo de proyectos son gente con mucho dinero (elemental querido Wuatson) que lo que buscan es una tarjeta de presentación. Normalmente son clientes que dan pocos problemas.Eduardo apenas pasa tiempo en el estudio, ya que se encuentra la mayor parte del tiempo reunido o viajando. Pero Jo me aseguró que todas las ideas salen de su cabeza. El hace unos bocetos y se los pasa a sus colaboradores para que los desarrollen. Después, periódicamente se reúnen con el para ir discutiendo los pormenores. A veces tienen que esperar más de una semana para ver a Eduardo pero como cada uno lleva varios proyectos a la vez, nunca están parados. El proceso del proyecto es lento. Ello es debido a que Eduardo necesita madurar las ideas tranquilamente, aunque Jo me aseguró que el tiene una cabeza privilegiada capaz de llevar un montón de asuntos a la vez. Este ritmo de trabajo cambia cuando se presentan a algún concurso (casi siempre concursos restringidos a los que han sido invitados). Entonces se crean grupos de trabajo, se hacen tormentas de ideas y se trabaja continuadamente día, noche, de lunes a domingo.
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