Blogia
¿Es cara la cacatúa?

Como la Vida Misma

Hasta aquí hemos llegau

El otro día estaba intentando colgar un post. …..pero Blogia falla más que una costurera bizca… y YA SE ME HAN HINCHADO LOS COJxxxx…así que paso de este blog…

Pero tranquilos queridos lectores y lectoras…no os tiréis de los pelos todavía. Para vuestro alivio (o desgracia), seguiré escribiendo en la red.

En realidad, quizás esto no haya sido más que la disculpa que estaba buscando para cambiarme a Blospot, que es donde la gente guay tiene sus bitácoras. Los diseños son más chulos y ahora que he estado cacharreando un poco, ya me he enterado del rollo de las plantillas HTML y ya sé como puedo tunnear mi blog.

Esto unido a otras razones, que no vamos a desarrollar ahora, me ha llevado a continuar en otro blog las historias de Mike, Armando, Ibon y otros chicos del montón.

Puede que haya algún cambio pero, para que os voy a engañar, básicamente seguiremos con lo mismo…o no…yo qué sé…

otra vez con lo mismo....

otra vez con lo mismo....

Queridos compañeros, compañeras, vascos, vascas, lectores, lectoras, comentaristas, comentaristos, fanes, fanas, parientes, parientas y amigos/as de lo absurdo en general… he vuelto.  (Uhhh…qué miedo).
He vuelto de mis vacaciones. Ya sé que el sagaz lector pensará (tal y como astutamente apreció mi madre): ¿pero TÚ no habías estado todo el año de vacaciones en Oporto?... sí, pero no…
Total…es que agosto no es un buen mes para empezar una nueva vida…o sea…creo yo. Mi nueva vida empieza oficialmente el 1 de septiembre (hostias, mañana). Y mientras llegaba ese día, pues he estado en Cádiz y Málaga con unos amigos, tomando el sol y bebiendo ron. Así, resumiendo un poco. Ya lo desarrollaré más detalladamente.
Por cierto, que he vuelto a Gasteiz con 5 Kg de más. Y es que no ha funcionado del todo el planning programado, consiste en una alimentación ligera, mediterránea, acompañada de ciertos ejercicios pélvicos, vamos, lo que en el mundillo nutricionista se conoce como la “dieta del cucurucho”.

Y ya vale de decir tonterías, que hay que ver las chorradas que cuenta la peña en su blog...

Jolidays

Hoy es mi último día de trabajo en el estudio, porque, no sé si os acordabais, he estado trabajando el mes de julio. Pero la verdad es que ha sido muy llevadero, mejor (creo) que los veranos anteriores. El arquitecto y el delineante con el que he trabajado son unos tíos muy majetes que me han dejado que organice a mi aire y siempre han estado de buen humor y encima tienen buen gusto musical y hemos escuchado buena música mientras trabajábamos…

He estado desarrollando el proyecto de ejecución de unas VPO. Pero de vez en cuando (esto me encantaba) nos poníamos a charlar sobre arquitectura, sobre tal o cual arquitecto, nosequé ciudad, sobre lo que se aprende en la universidad… Otras, la conversación giraba en torno a la realidad de la profesión.

Sin más, sólo quería dejar constancia de que así da gusto.

Y nada, mañana estaré de nuevo de “vacaciones”. Hombre, ya sé que habrá que ponerse con el PFC (Proyecto Final de Carrera). Pero, por lo pronto, empiezan las fiestas de Gasteiz y después bajaré unos días de latitud, al algo así como sobre el paralelo 36º. Y es que, ya lo dijo Rafaela Carrá: “para hacer bien el amor hay que venir al sur”.

Marlaska

Marlaska

A mi madre le gusta el juez estrella (con permiso de Garzón) de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska.

Yo ya le he explicado que hay cosas que son imposibles: el es más joven, trabaja en Madrid, es gay, está casado y sobretodo: joder ama, que tu eres del PNV !!

el crédito

el crédito

A mi vuelta a casa, después de seis meses fuera, me he encontrado un montón de cartas del banco. Cartas que nadie les ha pedido que me envíen y que los muy cabrones me cobran. De todas, la que más gracia me ha  hecho es una en la que pone que tienen cinco mil euros esperando para mí. “Para lo que usted prefiera” me dicen. Y… ¿Cómo os lo devuelvo, majos? Pero haber… ¿esta gente no se da cuenta de que mi saldo nunca supera los seiscientos euros; y que los ingresos los hace una persona que casualmente resulta que es mi padre; y que el resto de cobros de los últimos cuatro años siempre van asociados a las palabras beca o becario?¿Qué pasa? ¿No les vale con no renovarme la Gazte Txartela (carnet joven)?

Y digo yo: ¿Qué será lo siguiente? ¿Anónimos escritos con recortes de periódico en los que me digan que haber cuándo acabo la carrera, que ya va siendo hora de casarse y tener hijos?

volando voy...

Martes. 5.15 am. Llego a Gasteiz después de doce horas de viaje. Aita viene a recogerme a la estación y desayunamos. Me voy a la cama. Me levanto y como con ama. Empiezo a deshacer las maletas e intentar acoplar mi habitación. No lo consigo y decido dar un corto paseo por el centro. Ceno con aita y vemos el fútbol. Vuelvo a casa. No puedo dormir y veo una peli.

Miércoles. Madrugo, cojo el coche de ama y me voy cagando leches a Madrid. Digo que volveré al día siguiente. 13.00 horas, reunión en la universidad sobre el Proyecto Final de Carrera. Me reencuentro con esa magnífica generación de aparejadores-arquitectos que ha dado la UAX + Bea Contradiction. Constato que, aunque elegimos distintos caminos, estamos casi todos los que empezamos (Los caminos del Señor son inescrutables). Cinco segundos de silencio por los que no lo consiguieron. Nos dicen que tenemos que hacer un Centro de las Artes y la Arquitectura en San Lorenzo de El Escorial. Lo más importante: la fecha tope de entrega es octubre del 2007. Revuelo en la sala. Nos vamos a comer. Parece una comida de trabajo. Reflexiono sobre si es esto lo que el futuro me depara. No sin esfuerzo, consigo ponerme al día de la sobre vida de ciertos amigos. No hay sobremesa ya que la gente debe volver a su trabajo. Antes de despedirnos dejamos el firme compromiso de mantenernos en contacto y de colaborar para la toma de datos del PFC. Decido ir a El Escorial a ver el solar. Llego, está nublado y el lugar no me convence mucho. Vuelvo a Villanueva. Cenamos en casa de Kriss. Charla en torno al Erasmus y a la cama.

Jueves. Por la mañana vuelvo a El Escorial. Esta vez hace sol y lo veo más claro. Las ideas fluyen en mi mente. Me entretengo más de la cuenta y vuelo por la A-6 para volver a Madrid. Voy a buscar a Margarita al trabajo. Me invita a comer a un sitio muy chulo. Tenemos muchas cosas que contarnos. Me convence para que me quede una noche más. Ella vuelve al estudio y yo voy al centro. Curioseo en tiendas de Malasaña. Voy a Chueca donde están en plenas celebraciones del Orgullo Gay. Veo una carrera de tacones, proyecciones de cortos y un concierto de flamenco. Pero sobretodo me entretengo observando la gente. Antes de ir al restaurante donde hemos quedado para cenar me meto en un ciber. Todo son buenas noticias: la invitación a la boda de un amigo, una amiga vuelve a escribir un blog y Festimad me regala dos entradas para el concierto de US3 del viernes. Vuelvo a llamar a casa para decir que tampoco volveré el viernes sino el sábado. Cenamos con el profesor de Proyectos que ha salvado la vida a mis amigos. Es una cena bastante estimulante ya que el discurso del tipo es de los que te dan ganas de ser arquitecto. Después de la cena volvemos a Chueca. Hay un montón de gente por la calle. Nos juntamos con las amigas de la novia de Patxi. Todos vuelven a casa y yo me quedo con las amigas de la novia que van a ir al Mondo. Me gusta la música y me acuesto a las 8.00 am.

Viernes. Me levanto al mediodía. Pasamos la tarde en casa. Finalmente es Kino el que me acompaña al concierto en la Riviera. Como sé que es un liante (su plan es continuar la noche en casa de unas amigas) y yo no quiero entretenerme esa noche, acordamos ir cada uno con nuestro coche. El concierto nos gusta y no paramos de bailar. Cuando acaba, nos tomamos una birra y yo vuelvo a Villanueva a tiempo para tomarme cuatro cervezas más con el resto del grupo, que se ha quedado en el pueblo porque son las graduaciones.

Sábado. A las 11.00 salgo de Madrid. Llego a Gasteiz a las 15.00 horas. No hay nadie en casa. Como. A las 16.30 Villu viene a recogerme. Nos vamos a Laredo. Estoy contento porque nos vamos juntar casi toda la cuadrilla y por fin voy a ver a mis amigos. Llegamos y nos a damos un baño en el mar. En el camping bebemos y cuando nos preparamos seguimos por el pueblo de pote y pintxo. Acostumbrado a Porto y Madrid, Laredo es un lugar bastante ordinario. Pero hay buen ambiente además de abundancia de minifaldas, escotes y zapatos de tacón. La noche va haciendo la criba y al final nos quedamos cinco. Nos acostamos a las 8.00.

Domingo. A las 11.00 me despiertan. Tenemos una resaca del copón y pasamos la mañana a duras penas. Comemos y volvemos a Gasteiz. En mi casa sigue sin haber nadie. Me tiro en el sofá y me quedo dormido. A la noche pongo una peli y al rato aparecen mi madre y mi hermana a la que todavía no había visto. Hola, hola, ¿qué tal?...

Lunes. Voy de rebajas por el centro mientras, de paso, reparto mi currículum en algún estudio o promotora que encuentro por el camino. A la tarde me compro unos pantalones de cuadros (era mi sueño) que me pongo para ir a una entrevista con un arquitecto que tenía concertada hace una semana. El hombre tiene mucho trabajo y necesita a alguien. Acordamos que trabajaré el mes de julio a jornada completa empezando mañana mismo.

 

Estos son los hechos de la última semana. Los sentimientos es más difícil definirlos. Lo cierto es que no he parado. Quizás por eso, de momento, no hay ningún síntoma de depresión post-erasmus. Es más, echo la vista atrás y me parece que todo lo vivido en Porto aconteció hace un siglo…

Me gusta el fútbol

Me gusta el fútbol

Ayer estuve viendo la final de la Champions League con un amigo en un bar. Tengo que decir que insulté al árbrito y que di instrucciones a los jugadores de cómo debían jugar, aun sabiendo que no me oirían. La verdad es que estuve bastante tenso hasta que el Barça finalmente remontó el partido.Sin embargo, cuando en 1992 el Barcelona ganó su primera Copa de Europa gracias a un gol de Koeman, la cosa fue bastante diferente. Aquella vez no vi el partido. Ni me enteré de la victoria al día siguiente, ni nada. No es que viviera en otro planeta, es que sencillamente el fútbol no me interesaba, no formaba parte de mi mundo. Quizás, porque mi padre nunca me había puesto una pelota en los pies cuando era pequeño, en mi infancia jamás me interesé por ese juego en el que uno tiene que ir corriendo detrás de un balón. En los recreos de la Ikastola, nunca me dio por darle al balón. Siempre encontré un puñado de compañeros con los que compartir otro tipo de aficiones. ¿Qué habrá sido de toda esa gente que no jugaba al fútbol en los recreos del colegio cuando eran pequeños?Todo esto empezó a cambiar cuando decidí integrarme en la sociedad. El Mundial del 94 fue el primer evento futbolístico que seguí con atención. Y cuando comenzó la liga, como necesitaba ser hincha de algún equipo (como todo mortal), me hice del Athletic de Bilbao. En la decisión, las razones políticas tuvieron tanto peso como las sentimentales, y mira que a mi no me gusta mezclar las churras con las merinas.Total que, hoy en día me gusta el fútbol. Tampoco es que ahora sea de los que compra el marca, ni si quiera sigo la liga. Por cierto, ¿qué ha hecho el Athletic? ¿No habrá quedado detrás de La Real? Pero si que me gusta de vez en cuando ver algún partido en la tele, sobretodo en compañía y con cervezas. Y no sólo disfruto de este deporte pasivamente, también me gusta practicarlo. Lo que pasa es que aquí tengo que aclarar que, como mi incorporación al mundo del fútbol fue tardía, mi técnica no es del todo buena: uno de cada cinco pases que doy llega a algún jugador de mi equipo, solo el 20% de los disparos a puerta va entre los tres palos, de los cuales apenas un 0,74% son gol. Por eso siempre prefiero jugar con discapacitados como yo. Porque hay que ver cómo de serios se ponen algunos cuando echan una pachanga: que si “presiona arriba”, “sube por la banda”, “hazme la diagonal” (y la bisectriz también, no te jode el Zidane este), “que cada uno coja a uno” (pues mira, voy a ser generoso y te dejo que cojas el mío también)…